Durante estas fechas suelen haber grandes reuniones familiares, adornamos nuestra casa, preparamos unas grandes comilonas porque queremos disfrutar de estas fiestas y tú vas a pasar la navidad con tu mascota.
Algunas de las tradiciones navideñas pueden ser perjudiciales para los animales. Debes tener en cuenta estas 3 claves para que al finalizar las fiestas todo siga tal y cómo lo habías dejado.
- Cuidado con las «sobras». Nos sentamos en la mesa y lo que parece que va sobrando se lo acabamos dando a la mascota. Esto es un error muy frecuente y peligroso. Grasas, verduras, condimentos, especias pueden provocar desarreglos intestinales y diarreas. Los huesos de pavo y cerdo son muy afilados dañarían el estómago e incluso podrían provocar una perforación. Sin obviar los dulces, turrones, mazapanes…totalmente prohibido para la mascota. Acabaría provocando ceguera. La dieta debe ser la de siempre, su alimento habitual. Si quieres premiarle durante esta navidad, que sea un bocado especial y adecuado para él. Muchas de las urgencias en Navidad son sobre alimentación e intoxicaciones. También las flores de pascua, el acebo, el muérdago son toxicas para perros y gatos.
- La diversión de la pirotecnia. Es muy habitual que al acabar el año los fuegos artificiales, petardos, luces y ruidos se hacen más visibles. En primer lugar la capacidad auditiva de perros y gatos es muy superior a la del humano, por lo que la percepción de estallidos es muy alta. Lo que a ti te puede resultar «alto» a él se le puede hacer insoportable. Además suelen asustarse de las luces y los estruendos. Mantén a tu mascota alejada de fuegos artificiales, resguardada en una habitación. Y por supuesto alejado de balcones y ventanas. Si se pusiera muy nervioso y excitado podría saltar y caer al vacío. También es habitual que debido al miedo escapen y se pierdan o sean arrollados por vehículos.
Si tu mascota sufre mucho stress por esto también es posible, siempre consultando previamente con tu veterinario de confianza, optar por un tranquilizante para sedarlo levemente y evitar que sufra de estas fiestas.
- Viajes y traslados. Los viajes y cambios de domicilio temporales pueden provocar estrés si el animal no está acostumbrado. El transportín debe ser adecuado y del tamaño idóneo para que esté cómodo. Con un juguete dentro estará más tranquilo. Si el viaje es muy largo realiza paradas para que pueda corretear y hacer sus necesidades. Es posible que lo necesite más que habitualmente. Dejar una radio puesta o algo de música puede ayudar a que se relajen.
Por último y más importante recuerda que una mascota no es un juguete. Regalar un animal a alguien que no estamos seguros si va a poner hacerse cargo de él es una irresponsabilidad. El 30% de los animales abandonados son regalos «inoportunos» de Navidad. Asegúrate de que esa mascota va a estar atendida y va a ser querida en su hogar.
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