La imparable tendencia de humanización de nuestras mascotas lleva a trasladar nuestros hábitos y comportamientos hacia ellas.
Dejaremos para un capítulo aparte esa tendencia de moda como es convertir en veganos a nuestras mascotas, muy polémica y con cierto calado, un ejemplo muy claro del tema que hablamos.
La alimentación está en continua evolución, siempre hacia una mayor calidad y satisfacción.
Desde los alimentos naturales, sin conservantes, colorantes o saborizantes a los alimentos sin grano, sumándose estos evidentemente a la filosofía de lo natural, parece ahora que la tendencia es hacía lo «fresco» , congelado o no, y los liofilizados.
Una nueva tecnología permite fabricar con cantidades importantes de proteína en forma de carne fresca inyectada en el proceso de extrusión. Las ventajas son evidentes :
- No hay mas que un solo proceso de cocción, las harinas ya habían sufrido un proceso a alta temperatura antes.
- La palatabilidad, el sabor, es mucho mejor y los perros lo disfrutan.
- El tipo de proteína utilizada en este proceso es apta para consumo humano.
- En Europa destacan marcas como Fitmin, del grupo Dibaq y Golden Acres, fabricante sobre todo de marcas blancas, con la posibilidad de incluir desde 1% hasta 80% de contenido en proteína fresca de alta calidad.
También están las dietas congeladas, que no acaban de cuajar el crecimiento esperado, quizá porque congelado, no debe ser y no es la única ventaja.
Al congelado se contraponen los propietarios que compran y cocinan los ingredientes de la dieta de su perro, o la dieta BARF desarrollada por el veterinario australiano Ian Billinghurst y que consiste en:
-un 60-80% de huesos carnosos crudos, con más del 50% de carne (por ejemplo, cuello, espalda o alas de pollo) y el 20-40% de frutas y vegetales crudos, huevos, vísceras, en lugar de alimentos comerciales o comidas caseras cocidas con suplementos-.
Hay dietas congeladas que incluyen tripas y vísceras, adornadas con argumentos sobre sus beneficios, pero cuando se lee en un envase de alimento extrusionado «subproductos de origen animal» es automáticamente rechazado por considerarlos fuentes de proteínas menos digestibles.
En cuanto a los alimentos liofilizados, proceso por el cual se extrae el agua, son de muy alta calidad pero tienen el gran problema del coste. De momento, excepto algunas marcas como Orijen, se utiliza el liofilizado en pequeñas proporciones. Para hacernos una idea, el coste de un producto liofilizado multiplica por 6 el coste promedio del resto de alimentos.
Un saco de 15 kgs. nos costaría entre 240 y 350€.
Los recientes datos de los puntos de venta de la cadena de tiendas GfK en los EE.UU. muestran que las ventas de los alimentos para perros y gatos libres de gluten han comenzado a estabilizarse, con un crecimiento del 39,2% desde enero a agosto del 2014, en comparación con el 91,2% del mismo periodo del año 2013.
Por otro lado, los alimentos liofilizados registraron un aumento de ventas del 43,8% en ese mismo período (similar al 46,9% del 2013), mientras que la polémica categoría congelada experimentó un aumento del 17% .
Jeff Weber, un veterinario nutricionista de Los Angeles afirma que no siempre es necesario un cambio en la dieta si nuestra mascota mantiene una salud óptima y un aspecto saludable de piel y pelo sanos y brillantes. Pero ¿quien no busca lo mejor para si mismo y su mascota? Es un proceso humano natural.
Los alimentos sin grano para mascotas en el mercado U.S.A facturan unos 3.000 millones, lo que supone un 10% del global de alimentos para mascotas, según informa la empresa Packaged facts en su estudio de consumo.
Entre julio y agosto del 2014 un 12% de propietarios de perros y un 7% de propietarios de gatos los alimento con dieta sin gluten.
Fuente original del artículo. http://www.latimes.com/style/pets/la-he-pets-nutrition-20150620-story.html
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