La evolución de los perros policía y de salvamento ha sido constante porque se han ido descubriendo las diferentes actividades y trabajos que razas específicas pueden realizar con gran efectividad y rapidez. Mucho más que hombres técnicamente preparados e instruidos.
Para esta tarea existen organismos y asociaciones que se ocupan de formar e instruir a este tipo de animales, sobre todo los que son utilizados para el rescate y el salvamento.
En contadas ocasiones vemos terremotos, inundaciones, aludes, accidentes en las que los perros olfateando son los principales protagonistas, muchas veces sin ellos esta tarea sería complicada, ya que las primeras horas tras la tragedia son esenciales para la supervivencia de los seres humanos. Este equipo perro-guía lleva funcionando muchos años y con mucha efectividad, haciendo entre humano y perro un binomio perfecto.
Estos perros son adiestrados para trabajos como:
Detectar explosivos: En servicios de carácter preventivo que supongan una amenaza. Frecuentemente los vemos en aeropuertos, estaciones o grandes eventos ya que las amenazas en estos lugares han ido aumentando a lo largo de los años. Se precisa un perro de carácter tranquilo y pacífico, ya que las sustancias que debe detectar son muy delicadas en su manipulación. Guiándose de su buen olfato normalmente son perros como el Pastor alemán y Labrador. Marcará a su guía la posible amenaza sin realizar movimientos bruscos sobre ella.
Detectar drogas o estupefacientes: El olfato también es primordial en este tipo de trabajo. Habitualmente en aeropuertos en los llamados «vuelos calientes» . Estos perros son más nerviosos e inquietos, no debe distraerlos que el lugar esté abarrotado o que el movimiento de personas les entorpezca, son los empleados para la caza además deben localizar la sustancia y en muchos casos acercársela al agente o guía. Los Cockers y los Bracos son las razas más elegidas para este trabajo.
Salvar y rescatar: Son los que normalmente vemos en la televisión en los accidentes. Entrenados para ser rápidos en la localización de personas en diferentes situaciones de riesgo. Ya sea en grandes extensiones abiertas para seguir un rastro (personas desaparecidas) o localizar gente sepultada tras un terremoto, inundación, avalancha…Estos animales deben ser dóciles, ágiles, sociables y muy obedientes, ya que trabajarán con muchas personas alrededor. El perro es capaz de discernir en las tragedias entre personas vivas y las que no, así trabajar eficazmente salvando vidas. Capaces incluso de localizar a personas sepultadas bajo 10 metros de nieve.
Estos perros son educados y entrenados desde una edad bastante joven, aproximadamente unos 12-18 meses cuando el aprendizaje es mucho más rápido y el perro no ha adquirido otras lecciones o normas. Su vida laboral suele ser de unos 8 años después de dar servicio pasan a jubilarse. Normalmente suelen terminar viviendo con su guía ya que esa relación se ha ido haciendo muy estrecha a lo largo de los años.
Gracias a estos animales se salvan muchas vidas.
– AlvaroBa
– Beverly
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